Este 14 de abril de 2012, distintas entidades sociales, políticas, culturales, memorialistas de Zaragoza hemos acordado hacer de este día una jornada unitaria de recuerdo, homenaje y dignificación de la memoria de las personas republicanas que fueron represaliadas tras el 18 de julio de 1936.
Desde octubre de 2010 la ciudad cuenta con este «Memorial a las víctimas de la Guerra Civil y la postguerra», que ya el año pasado 2011 fue adoptado como escenario donde realizar un acto de homenaje del 14 de abril.
Desde octubre de 2010 la ciudad cuenta con este «Memorial a las víctimas de la Guerra Civil y la postguerra», que ya el año pasado 2011 fue adoptado como escenario donde realizar un acto de homenaje del 14 de abril.
Anteriores años, este homenaje se realizaba en los lugares de la ciudad que contaban con un elemento conmemorativo relacionado (entre otros, el cercano monumento «A cuantos murieron por la Libertad y la Democracia 1936-1939 y postguerra», en este mismo cementerio; también en el Monolito a las personas fusiladas en Valdespartera).
Y aquí estamos, para reivindicar la llegada de la Segunda República como respuesta a un anhelo de justicia social y libertad que el corrompido sistema de la Restauración borbónica, fundamentado en la oligarquía, caciquismo y represión, no quería conseguir. La República fue traída de forma pacífica tras la victoria de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales. Aquél 14 de Abril de 1931 una multitud llenó calles y plazas de los pueblos y ciudades de España plenas de ilusión y esperanza. El Pueblo español se sintió dueño de su destino y fue tanta la contundencia de esta determinación que la monarquía se desmoronó sin encontrar quien la defendiera. El Borbón abandonó el país, para no volver, y muy pocos lo lamentaron.
La República era el marco económico, social, político, cultural e institucional con el que se estaban afrontando, de forma democrática, y no sin dificultades, los gravísimos problemas del país mediante soluciones y respuestas que suponían alterar el statu quo de las clases y grupos sociales beneficiados por el anterior régimen dictatorial y monárquico.
Con el fallido Golpe de Estado militar contra la República del 17-18 de julio de 1936, que derivó en guerra abierta hasta 1939, se inició la etapa histórica de represión, detención, tortura, y asesinato de quienes mantuvieron viva la llama republicana, en una dimensión atroz: 150.000 personas asesinadas, de las cuales unas 120.000 permanecen todavía en más de 1800 fosas comunes sin dignificar; 400.000 encerradas en cárceles y campos de concentración; miles de “esclavos” obligados a trabajar en Batallones disciplinarios; cientos de miles de personas exiliadas; miles de republicanos encerrados y asesinados en campos nazis de concentración, como apátridas españoles; más de 30.000 hijas e hijos de presas republicanas robados por la dictadura franquista.
Este monumento, sin ir más lejos, recuerda a 3543 de esas personas asesinadas, la mayor parte en las cercanas tapias de este cementerio, y algo más de 1000 en los descampados de Valdespartera. Y esto sucedió en Zaragoza, de la misma forma que en sus barrios, en otros municipios y en todo el Aragón en que triunfó el Golpe, donde se han cifrado en 519 las fosas comunes localizadas y más de 8500 personas asesinadas.
Es a ellos y a ellas a quienes queremos recordar, homenajear y dignificar con este acto. A pesar de que los herederos del franquismo voceen que se trata de “revanchismo” y de “reabrir heridas”, y proponen volver al silencio absoluto. A pesar de quienes, desde los distintos gobiernos, han aprobado legislaciones timoratas, incompletas, ineficaces y, además, sin dotaciones reglamentarias ni económicas que las desarrollen, ni instrumentos legales para evitar bloqueos o negativas a ponerlas en práctica por determinadas administraciones locales.
Por ello, mantenemos nuestras demandas de: • Investigación judicial de los crímenes cometidos por el franquismo, tanto durante la guerra, como durante la dictadura. • Exigencia del conocimiento de la verdad, justicia y reparación de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo.
• Rechazo de la impunidad para la dictadura, rechazo del olvido de los mayores crímenes cometidos durante el pasado siglo en España, que se mantienen como una de las grandes carencias de la actual democracia. Hoy, 81 años después del 14 de abril de 1931, recordamos la memoria colectiva y democrática de quienes trajeron la Segunda República, la utilizaron como herramienta de cambio social, y padecieron por ello represión y asesinato.
Por justicia, por dignidad y por reparación histórica.
Viva la República
Y aquí estamos, para reivindicar la llegada de la Segunda República como respuesta a un anhelo de justicia social y libertad que el corrompido sistema de la Restauración borbónica, fundamentado en la oligarquía, caciquismo y represión, no quería conseguir. La República fue traída de forma pacífica tras la victoria de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales. Aquél 14 de Abril de 1931 una multitud llenó calles y plazas de los pueblos y ciudades de España plenas de ilusión y esperanza. El Pueblo español se sintió dueño de su destino y fue tanta la contundencia de esta determinación que la monarquía se desmoronó sin encontrar quien la defendiera. El Borbón abandonó el país, para no volver, y muy pocos lo lamentaron.
La República era el marco económico, social, político, cultural e institucional con el que se estaban afrontando, de forma democrática, y no sin dificultades, los gravísimos problemas del país mediante soluciones y respuestas que suponían alterar el statu quo de las clases y grupos sociales beneficiados por el anterior régimen dictatorial y monárquico.
Con el fallido Golpe de Estado militar contra la República del 17-18 de julio de 1936, que derivó en guerra abierta hasta 1939, se inició la etapa histórica de represión, detención, tortura, y asesinato de quienes mantuvieron viva la llama republicana, en una dimensión atroz: 150.000 personas asesinadas, de las cuales unas 120.000 permanecen todavía en más de 1800 fosas comunes sin dignificar; 400.000 encerradas en cárceles y campos de concentración; miles de “esclavos” obligados a trabajar en Batallones disciplinarios; cientos de miles de personas exiliadas; miles de republicanos encerrados y asesinados en campos nazis de concentración, como apátridas españoles; más de 30.000 hijas e hijos de presas republicanas robados por la dictadura franquista.
Este monumento, sin ir más lejos, recuerda a 3543 de esas personas asesinadas, la mayor parte en las cercanas tapias de este cementerio, y algo más de 1000 en los descampados de Valdespartera. Y esto sucedió en Zaragoza, de la misma forma que en sus barrios, en otros municipios y en todo el Aragón en que triunfó el Golpe, donde se han cifrado en 519 las fosas comunes localizadas y más de 8500 personas asesinadas.
Es a ellos y a ellas a quienes queremos recordar, homenajear y dignificar con este acto. A pesar de que los herederos del franquismo voceen que se trata de “revanchismo” y de “reabrir heridas”, y proponen volver al silencio absoluto. A pesar de quienes, desde los distintos gobiernos, han aprobado legislaciones timoratas, incompletas, ineficaces y, además, sin dotaciones reglamentarias ni económicas que las desarrollen, ni instrumentos legales para evitar bloqueos o negativas a ponerlas en práctica por determinadas administraciones locales.
Por ello, mantenemos nuestras demandas de: • Investigación judicial de los crímenes cometidos por el franquismo, tanto durante la guerra, como durante la dictadura. • Exigencia del conocimiento de la verdad, justicia y reparación de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo.
• Rechazo de la impunidad para la dictadura, rechazo del olvido de los mayores crímenes cometidos durante el pasado siglo en España, que se mantienen como una de las grandes carencias de la actual democracia. Hoy, 81 años después del 14 de abril de 1931, recordamos la memoria colectiva y democrática de quienes trajeron la Segunda República, la utilizaron como herramienta de cambio social, y padecieron por ello represión y asesinato.
Por justicia, por dignidad y por reparación histórica.
Viva la República