El pasado 16 de febrero, más de 300 personas se concentraron en la Puerta del Sol de Madrid ante la sede de la antigua Dirección General de Seguridad (DGS), donde hoy se ubica el Gobierno de la Comunidad de Madrid para exigir que sea declarado “lugar de memoria” y se signifique con una placa.

La DGS fue un centro de detención y torturas durante todo el franquismo y la transición, donde iban a parar los detenidos por motivos políticos y sociales. Era la sede de la Brigada Político Social, policía política del franquismo, y de la Policía Armada.

El acto comenzó con la lectura de unas palabras de saludo del periodista Paco Lobatón, que estuvo detenido en ese lugar y que reproducimos más abajo.

Siguieron las intervención de Pepe Benito, del PCE, que contó su paso en repetidas ocasiones por los despachos y calabozos de la DGS; Nati Camacho, conocida dirigente del textil de CCOO que estuvo detenida también varias veces; Willy Meyer de la Fundación Marcos Ana, querellante por torturas contra el policía Antonio González Pacheco, Billy el Niño; y nuestra compañera Kutxi Echegoyen, igualmente torturada por este mismo policía y cuya querella contra él ha sido admitida en el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Kutxi pidió que además de ser un lugar de memoria, se debería habilitar el acceso a los calabozos tal y como eran, para que sea de conocimiento público.

Se leyó un escrito de apoyo a la concentración que habían suscrito los grupos parlamentarios Socialista, de Más Madrid y de Unidas Podemos de la Asamblea de Madrid y que igualmente reproducimos a continuación. Y, por último, se dio lectura al Manifiesto de los colectivos y asociaciones del memorialismo y víctimas del franquismo convocantes de la concentración.

Al final se colocó una pegatina en la fachada de la Real Casa de Correos en recuerdo de todas las personas allí detenidas, encarceladas, torturadas y asesinadas.

Nuestra compañera Mely leyó un poema satírico escrito por Benito Laiza, que pasó 26 días detenido en la DGS tras su detención en diciembre de 1970.

MEMORIA MEMORIA AYUSO AYUSO

De Madrid Comunidad,

a la ilustre Presidenta

bien le valdría saber

dónde su culo se asienta.

Se lo vamos a explicar

para que tenga conciencia,

que conocer siempre es bueno,

a la razón y a la ciencia.

Los sótanos de su edificio

han sido en la dictadura

lugar de mucha tortura,

y de mucho sufrimiento

a luchadores con tiento.

Por defender libertad,

derecho de asociación:

torturados y a prisión.

Esto hay que recordar

con símbolo bien visible

y en lugar ostentoso

pues el no hacerlo así

sería muy asqueroso.

(de uno que estuvo 26 días)

MENSAJE DE PACO LOBATÓN A LA CONCENTRACIÓN DEL DÍA 16 DE FEBRERO DE 2023

Me sumo decididamente a la petición de que las antiguas dependencias de la DGS franquista sean declaradas LUGAR DE MEMORIA.

Tengo muchas razones para hacerlo y algunas vivencias personales. Porque yo mismo viví la experiencia de ser encerrado durante 72 horas en la DGS, tras haber sido detenido en 1972 durante uno de los episodios más significativos del movimiento estudiantil, la movilización masiva tras la detención de 30 compañeros por el gobierno de Carrero Blanco. Mi detención ocurrió durante el boicot de exámenes en la Facultad de Ciencias Políticas, el mes de junio de aquel año. Fui encañonado por el inspector Antonio González Pacheco, Billy el Niño, y continuación golpeado durante el trayecto hasta la Puerta del Sol con una porra metálica que -según él mismo se jactaba- le habían regalado sus amigos fascistas italianos. Al conductor del coche Z le dijo al pasar por el parque del Oeste, “para aquí que liquidemos a éste”, así que cuando finalmente llegué a la DGS me sentí afortunado por hacerlo con vida. Mi recuerdo de las horas siguientes es el de un ejercicio más mental que físico para aguantar los interrogatorios y su sistemática tanda de golpes. Y, aunque varias veces me quedara sin respiración y a punto de perder la consciencia, también en esto me sentí afortunado por no haber sufrido las distintas modalidades de tortura de otros compañeros detenidos en aquel tiempo. Entre ellos, José María Galante, Chato, o mi querido Gus, Miguel Ángel Gómez. Recuerdo también la salida hacia la cárcel de Carabanchel como otra pequeña gran victoria al haber evitado “cantar” como querían ellos y dar información que supusiera otras detenciones.

Por todo ello creo que hacer Memoria sobre lo ocurrido en los calabozos y las salas de interrogatorio y tortura de la BPS, la siniestra Brigada Político Social, es hacer Justicia a quienes lo sufrieron en propia piel, en muchos casos con secuelas de por vida.

Y uno mi voz a la reivindicación de convertir en LUGAR DE MEMORIA el espacio que albergó la DGS, convencido de que hacer Memoria es asumir como sociedad nuestra historia, incluidas sus sombras, para que no vuelvan a reproducirse jamás. Es hacer luz sobre el pasado para alumbrar un futuro democrático pleno, sin revanchas ni resabios, pero también sin olvido.