El miércoles, 15 de junio, las comuneras y los comuneros teníamos una cita en el colegio Lourdes de Madrid: íbamos a inaugurar el mural que hace dos años, el muralista G-rardo había realizado en homenaje a Chato Galante, que acababa de fallecer a causa de la pandemia. Precisamente por este motivo, no habíamos podido realizar como se merece ese acto.

A la emoción de ver la imagen de Chato en el patio de este magnífico colegio, al que estamos muy agradecidos, en particular a sus profesores, se unió el poder hablar con jóvenes estudiantes de cuarto de la ESO sobre nuestra lucha y nuestro tiempo: el tardofranquismo y la transición.

El contacto con los alumnos y alumnas siempre es emocionante y aleccionador, sobre todo por sus preguntas. No solo vamos a ‘enseñar’; vamos a aprender con ellas y ellos. La mayor parte de las veces nos dicen que no conocen nada de esa parte de nuestra historia reciente y les parece una barbaridad.

Contamos con la presencia de Justa Montero, compañera de Chato, que explicó brevemente a los estudiantes la vida y lucha de nuestro querido comunero. ‘¡Con la cuchara levantada!’, como solía sostener Chato en todo tiempo y toda lucha; frase que hace alusión al ‘instrumento’ que utilizaron para construir los túneles en la fuga de la cárcel de Segovia donde estuvo recluido.

‘¿Teníais apoyo de la gente a vuestra lucha?’, nos preguntó una alumna. ‘¿Por qué España se quedó sola ante el golpe militar, sin ayuda de otros países?’, `¿Cómo luchabais contra la dictadura?` Y muchas otras que nos hacen meditar y sobre todo que nos impulsan a seguir transmitiendo nuestros testimonios a estas generaciones a quienes se les ha robado parte de su historia.