En otros países las autoridades actuales han pedido perdón por la colonización, por el asesinato y por la explotación a las que fueron sometidos los pueblos originario. Afortunadamente, algunos resistieron y, a día de hoy, siguen siendo un reflejo de dicha resistencia a este mundo global con el respeto a los principios inspiradores que hicieron levantarse al zapatismo en Chiapas en 1994: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.
Ahora, reclaman su existencia, su no desaparición frente a los ocupantes, antes los españoles, ahora las empresas que devastan sus territorios y las imposiciones del gobierno mexicano.
Esta semana, múltiples actividades de acogida y de difusión con los compañeros y compañeras venidas de todas partes del Estado y del resto del mundo: