Cuando vi la noticia de su muerte, primero me pareció un bulo más, luego me pareció imposible que un cruel criminal cargado de impunidad pudiera morir, a continuación confieso que sentí alegría, pero rápidamente caí en la cuenta que era una pésima noticia, había conseguido sustraerse a la justicia definitivamente, “echando por tierra” todo el inmenso trabajo que sus víctimas y el movimiento contra la impunidad de los crímenes del franquismo venimos haciendo desde hace muchos años para procesarlo.

Y entonces sentí rabia y frustración. Me acorde de Chato y como un pequeño consuelo pensé que él lo había secuestrado para borrar de su repugnante rostro la alegría que debió sentir cuando falleció, para que Justa no tuviera que seguir conviviendo en su barrio con este asesino.

El Estado Español que tanto le protegió y en particular la judicatura estarán encantados de archivar definitivamente una causa que los dejaba en evidencia ante el mundo civilizado y la justicia universal de los DDHH, de la que era prófugo. Pero que no se hagan ilusiones, seguiremos la lucha hasta el final, hasta conseguir erradicar definitivamente el franquismo de la sociedad española y juzgar sus crímenes y a los criminales que todavía viven y como decía Chato, venceremos no solo porque tenemos razón sino porque nunca olvidaremos.

Verdad, Justicia y Reparación. Hasta la victoria siempre.

Miguel Gómez “Gus”