Nació en Madrid el 24 de junio de 1943. Desde los inicios de su vida, su familia ha estado marcada por la lucha y la resistencia frente al régimen de Franco. Su tía, Juana Doña, ferviente defensora de la libertad, el comunismo y posteriormente el feminismo, fue una de las tantas mujeres que estuvieron encarceladas a causa de sus ideales. Su tío, Eugenio Mesón, marido de Juana fue fusilado. “Ya no sólo por mi familia, en aquel tiempo cualquier joven con dos dedos de frente ante la situación en la que vivíamos, con la carencia de libertades, la ausencia de luz, estaba prohibido todo, esto era asfixiante…”
Con unos 18 años Luis empieza a conocer a través del Club de Amigos de la UNESCO, a otros jóvenes con los que comparte sus ideales, hacen reuniones en las que leen los clásicos del marxismo y debaten sobre la situación en la que se encuentra el país.
Posteriormente, empieza a trabajar en la empresa Trinaranjus. Se introduce en la Comisión Provincial de Transportes de CCOO, en estas reuniones clandestinas se trataba la situación de los trabajadores de las empresas por ellos representadas (Iberia, Metro de Madrid, grandes compañías de transportes, etc.), se planteaba la mejora de las condiciones de trabajo. Se solían reunir en un bar de Vallecas en el que simulaban jugar a las cartas.
A las 7 de la tarde del día 17 de junio de 1969, en una de las reuniones que hacían normalmente en ese bar, fueron sorprendidos por la policía, ese día Luis llevaba unos sobres de gran tamaño llenos de propaganda clandestina que iba a enseñar a sus compañeros. Fueron detenidos y llevados a la Dirección General de Seguridad, donde estuvieron tres días sufriendo interrogatorios por parte de la B.P.S. (Brigada Político Social). Posteriormente fueron llevados a Carabanchel donde estuvo una semana, al no tener antecedentes en ese momento, pudo salir en libertad pagando una fianza.
Tras ese episodio, el afán de lucha de Luis sigue creciendo y se afilia al Partido Comunista (Marxista –Leninista), por lo que sigue militando en la clandestinidad. Años más tarde tiene lugar la celebración del juicio en el Tribunal del Orden Público por los hechos ocurridos, finalmente es condenado por el juez a un año de cárcel.
Luis decide no ingresar en prisión, es despedido de su trabajo por sus ideales comunistas, entonces decide adquirir una identidad falsa, se cambia de piso, y sigue con su vida. Pero la situación se vuelve insostenible y decide volver a su vida normal, consigue un nuevo empleo.
Tras unos meses el día 18 de abril de 1972, es encontrado en su lugar de trabajo y detenido de nuevo por la B.P.S. para cumplir la condena de un año. Pero registran su coche y encuentran unos informes en los que se detallaban las acciones que llevaban a cabo en sus reuniones y documentos comprometidos sobre el Partido Comunista (Marxista-Leninista). El juicio se celebra y Luis es condenado nuevamente a seis años de cárcel por asociación ilícita.
Ingresa en la prisión de Carabanchel, al ser una prisión de paso, está allí solo unos días, es llevado a la prisión de Jaén donde está unos meses, pero su familia le reclama y es llevado de nuevo a Carabanchel donde se celebra el segundo juicio en el que se le condena a seis años. Tras el juicio es trasladado de nuevo a Jaén, posteriormente es llevado a la cárcel de Palencia en agosto del 1975. Y finalmente tras la muerte del dictador le dan un indulto y sale en libertad.
Durante su estancia en las distintas prisiones Luis sigue luchando junto al colectivo de presos políticos afines a su ideología, se organizaban conjuntamente en una Comuna en la que los recursos eran compartidos por todos los miembros del partido, aunque ante las protestas más contundentes sí que había una unión mayor de los diferentes grupos políticos para mejorar las condiciones en las que se encontraban los presos. Realizaban seminarios en los que se discutían temas sobre historia y política, seguían estudiando los clásicos del marxismo y debatían sobre la situación política tanto a nivel nacional como internacional. Luis se refugiaba en la lectura y en los pequeños trabajos del día a día en la cárcel. “Lo que te da fuerzas para seguir es pensar que estas ahí dentro por luchar contra la dictadura”.
Luis es mucho más: es cercanía, es inteligencia, es saber, es calidez, es sobre todo un superviviente
Gracias a este artículo he podido conocer un poco más a Luis. Gran persona con la cual coincido casi a diario, de ojos cálidos, sonrisa amable y palabras que hipnotizan.
Un orgullo que las casualidades de la vida me hayan llevado a conocer a Luis Roncero Doña personalmente y escuchar de su propia voz historias de estas lucha contra la carencia de las libertades que nunca debemos olvidar y que lamentablemente, debemos continuar.