Ascensión Mendieta 9.12.2013
  • La jueza María Servini, que sigue la causa por los crímenes cometidos en la dictadura, ha solicitado que la Justicia española recupere el cuerpo del padre de una de las querellantes
  • La magistrada envió un pedido de exhorto a la Cancillería para que se exhumen cadáveres de una fosa en Guadalajara y se coteje su ADN para comprobar si alguno de ellos es Timoteo Mendieta Alcalá

La jueza federal María Romilda Servini de Cubría ha dado un paso más. Después de imputar a cuatro ex agentes del franquismo y pedir oficialmente la extradición de dos de ellos (los otros ya han muerto), la magistrada ha solicitado a la Justicia española la exhumación de cadáveres de víctimas de las fosas comunes, según publica el diario argentino Página 12.

Lo hizo a pedido de Iluminada Ascensión Mendieta Ibarra, quien declaró ante la Justicia argentina que su padre, Timoteo Mendieta Alcalá, fue fusilado durante el régimen de Francisco Franco y enterrado en una fosa común del cementerio Guadalajara.

La magistrada envió un pedido de exhorto a la Cancillería para que la Justicia española lleve adelante la exhumación de los cadáveres y lograr así la extracción de muestras de ADN que permitan comprobar si alguno de ellos es Mendieta Alcalá.

Servini de Cubría comenzó a investigar en 2011 los crímenes cometidos durante el franquismo. En septiembre de 2013, la jueza pidió a España la detención de miembros de las fuerzas de seguridad del régimen.

Precisamente esta semana varios querellantes están declarando por videoconferencia sobre los muchos delitos recogidos en la querella: torturas, violencia, fusilamientos, trabajo esclavo o robo de bebés. Ibarra formó parte de la delegación de 28 personas que en diciembre de 2013 viajó a Argentina para prestar declaración en Buenos Aires ante Servini en el juzgado nº1 de Buenos Aires. Tiene 88 años y se trasladó allí con su hija, Ascensión Vargas Mendieta.

Fusilado por sindicalista

El padre de Ascensión Mendieta, Timoteo, fue asesinado tras un simulacro de juicio el 16 de noviembre de 1939. Se trata de uno de los 822 republicanos asesinados en el cementerio de Guadalajara entre 1939 y 1944. Fue enterrado en una fosa común junto a 17 compañeros. Timoteo era presidente de la UGT de Sacedón, y siempre luchó por la justicia social y por mejorar las duras condiciones de los trabajadores y jornaleros del pueblo.

«Por ello, cuando comenzó la guerra, fueron contra él y otros miembros del sindicato», cuenta su hija. Durante la guerra fue concejal, y junto a ser el presidente de la Casa del Pueblo de UGT, le hizo estar condenado previamente, y solo se celebró un «simulacro de juicio», sin pruebas, sin garantías, sin defensa y sin justicia.

Fue condenado a muerte, y al poco tiempo, María, la esposa recibió un telegrama de su hermana desde Guadalajara diciéndole que se habían enterado de que ya era el día y le iban a fusilar, pero cuando María llegó a Guadalajara era demasiado tarde, ni siquiera pudieron hacerse cargo del cadáver, fue enterrado en una fosa común. Aún no han podido recuperar a su padre, ni a los otros 17 compañeros, pero continúan peleando para lograrlo.

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