Antonio Pérez, miembro de La Comuna.
Mi antiguo compañero de aulas, el hoy catedrático Jesús de Miguel Rodríguez (JdM), reaparece por enésima vez en los papeles y, como en años anteriores, no precisamente por su sabiduría ni tampoco por su honestidad. En otras ocasiones, su nombre estuvo ligado a corruptelas académicas y plagios. Ahora, lo está por acoso sexual contra alumnas y alumnos.
“Luchamos contra la impunidad en el presente, mirando al pasado, por el futuro”, reza el estandarte de la página web de La Comuna, asociación de ex pres@s del franquismo de la que soy miembro. Pues bien, la biografía de JdM ejemplifica cómo la ‘impunidad en el presente’ del profesor acosador comenzó, también impunemente, en un pasado estudiantil como acusica y, si no lo denunciamos todos –ex compañeros de aula incluidos-, se prolongará en el futuro. Por ello, en los siguientes párrafos contaré como, desde su más tierna juventud, JdM fue un dilecto colaborador del tardofranquismo. Su amistad con la policía política –la infame BPS, los sociales– fue un secreto a voces entre sus compañeros de aula. Excuso hablarles de las criminales consecuencias que semejante ‘fraterna amistad’ acarreó para algunos de nosotros.
Que un tardofranquista sea ahora un encumbradísimo sociólogo y un abusador sexual refleja una ocultación criminal de la Historia, un presente y un futuro a cual más miserable, un servilismo de la Universidad y una psicopatía incapacitante del interfecto: cuatro lacras encadenadas según la férrea lógica de la impunidad neofranquista. Dejo al arbitrio de cada quisque jerarquizar entre las obscenidades pasadas y presentes, sórdidas entre las sórdidas. Pero, por favor, quédense simplemente con la simple evidencia de que aquellos barros nos trajeron estos lodos.
Por lo demás, un acervo de tantas, tan variadas y tan prolongadas indecencias revelan en JdM un desorden mental y sexual que merece ser examinado puesto que atraviesa sin romperlos ni mancharlos el tardofranquismo, la Inmaculada Transición, la Casa Real, la ‘democracia consolidada’ y varias universidades. Asimismo, un itinerario tan rugoso pero recorrido por JdM al pausado “ritmo alegre de la paz” (Franco y Cara al Sol dixit), es signo característico de la España contemporánea, un país crucificado con los clavos de una irresponsabilidad que sostiene a una herencia sangrienta y es sostenido por ella, de una burocracia formalísima toreada por la informalidad –a más papeleo, más apaños en restaurantes de lujo-, y, resumiendo, del Poder incólume de las familias mafiosas franquistas. Por ello, necesariamente debemos comenzar por las dos familias que amamantaron al susodicho anti-héroe, la sanguínea y la política.
La familia sanguínea
Como veremos más adelante, pese a que en su esnobismo proletario –valga la contradicción- JdM presuma ahora de ello, su padre no era analfabeto. Su oficio como empleado en una sala de cine estaba mal pagado, nada más. Por ello, a quien debemos la paternidad social del engendro es a su Gran Hermano Amando. Y es que JdM (1947), es diez años menor que su hermano, modelo y patrón Amando de Miguel (1937), asimismo lumbrera de la Sociología convencional española. Lo cual nos lleva a una perogrullada que no parece tan perogrullesca cuando la comprobamos en la sempiterna jerarquía que rige las vidas de ambos: inexorablemente, Jesús será siempre diez años menor que Amando.
De este Gran Hermano nada voy a añadir que no se sepa: ha sido, es y será extremadamente reaccionario. No obstante, mencionaré una carta que recibió en su época de mayor doblez -Franco agonizaba- y ello porque tiene alguna relación con JdM: “Usted –a quien no conozco físicamente- me repugna por el hecho de que usted identifique la virilidad con el machismo… unido todo esto a su voz atiplada… me hace suponer que es usted un caso de ambigüedad o eunuquismo” (De Miguel, A.: 240) Yo también tengo la suerte de no haber conocido ‘físicamente’ al Dr. Amando pero puedo atestiguar que esta descripción retrata fielmente a su hermano menor. Por cierto, en este mismo libro, el autor llena de flores a las mujeres –“la mitad del cielo” creo que se dice en chino- pero en su desaforado feminismo es capaz de escribir cinco páginas sobre “maternidad responsable” sin utilizar la palabra tabú –aborto– ni tan siquiera esa cursilada de ‘la interrupción voluntaria del embarazo’ (cf. ibid: 167-171) Vale que es un libro producto de charlas radiofónicas y que Franco aún coleaba pero, aun así, hay que ser un consumado prestidigitador para hacer creer al público que no esconde nada concerniente a la mujer… soslayando la madre del cordero.
Donde no hay ambigüedad alguna es en el poder acumulado por la familia. El poderío del clan de Miguel se puso de manifiesto cuando dos de sus cachorros, Ignacio y Sergio de Miguel García-Mas, hijos de Amando y de María José, fueron procesados en diciembre de 1984 por pertenencia en grado dirigente a Edelweiss, una secta pedófila y paramilitar rematadamente nazi. Sergio, el menor, salió de rositas e Ignacio, casi casi. El proceso fue pospuesto con Ignacio en libertad hasta que, en 1991, fue finalmente condenado a 65 años de prisión por 28 delitos de corrupción de menores, niños entre 11 y 14 años sometidos a sevicias homosexuales so pretexto de “fomentar el deporte y el contacto con la naturaleza”. Pues bien, en marzo de 1994, el ahora llamado Iñaki fue indultado; había penado menos de tres años en un régimen de lujosa semilibertad. El jefe supremo de Edelweiss, un ex legionario, fue condenado a 168 años de cárcel y sólo cumplió seis. Salió en libertad “por buena conducta” –léase, chivateo y/o enchufe- pero, en 1998, murió en Ibiza degollado con cuchillo jamonero por una de sus víctimas. Por su parte, ahora Iñaki firma libros con su padre y es posible que de su pederastia juvenil sólo le quede un recuerdo físico: el símbolo sectario )+( marcado a fuego en el sobaco izquierdo.
La familia política
La familia política de JdM comienza con una abuela falangista. No la suya, que quizá también; me refiero a la mamá de su padrino político, el distinguido sociólogo Juan Linz (JL), a quien tanto JdM como su hermano Amando le deben absolutamente todo. De tal palo, tal astilla y de tal astilla, tales maderitas –o maderitos-.
En 1950, JL se fue a los EEUU becado por un franquismo que seguía fusilando a troche y moche pero que comenzaba a aproximarse a los EEUU. La fecha no es asunto baladí puesto que fue precisamente el año que los especialistas en las relaciones hispano-gringas señalan como el punto de inflexión del anti-americanismo fascista a la amistad franquista con “el coloso del Norte” –efluvios de que el Congreso USA sancionara un préstamo del Eximbank a Franco por valor de 62,5 millones de US$-. Tres años después, se instalaron en España las bases gringas. Año arriba año abajo, justo cuando JL consiguió que el Departamento de Estado lo colocara en la oscura nómina de los propagandistas del método “es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta”. En otras palabras, en el escalafón de los apologetas del imperialismo.
Como corresponde a todo mandarín de la universidad de Yale, el Dr. Juan José Linz Storch de Gracia (1926-2013), pontificó dizque desde la Sociología sobre los fascismos, los nacionalismos, las identidades colectivas y un etcétera que incluye todo lo divino y lo humano. En el turbión de panegíricos con aires más o menos elegíacos que propició su fallecimiento se le definió como “el sociólogo español más internacional” –lo cual puede ser cierto si miramos sólo a los EEUU-; “lúcido apasionado por la política” –absolutamente cierto, vivió de justificar lo injustificable-; “incompatible con el rencor” –dudoso porque rencor hacia los rojos era lo que destilaban sus embelecos-; “un maestro irrepetible” –ojalá-. Un poco al azar, detengámonos en uno de los incontables responsos civiles:
“En un momento dado, Juan pronunció una frase que me impactó: “En España –afirmó- tendremos graves problemas siempre que haya españoles deseosos de dejar de serlo”. Confieso que entonces me pareció una frase redonda, impactante, efectista, pero relativamente exagerada y subjetiva. Sin embargo, a lo largo de estos últimos años… aquella rotunda frase de Juan ha ido revelándose progresivamente como una constatación acertadísima, propia de la inteligencia penetrante de un riguroso científico social” (Prudencio García, “Juan Linz y el secesionismo”; El País, 08.X.2013)
Este párrafo es un buen ejemplo de cómo la élite socialdemócrata española se ha despeñado desde la crítica modosita hasta el papanatismo. Don Prudencio: tenía usted razón, su primera opinión era la buena porque, en efecto, la frasecita es propia de cualquier tertuliano –es decir, de cualquier bocazas-. Hasta en las peores salas de banderas podrían haberla matizado y, por supuesto, en las cantinas sólo habría entretenido hasta el segundo chato de vino peleón.
No tengo ganas de arremeter contra JL. En parte porque ya lo hizo una voz más autorizada, la de Vicenç Navarro, un profesor bastante menos condecorado que JL pero mucho más honesto. En los días que siguieron al fallecimiento del Señor de Yale y criticando la torrencial hagiografía vertida en los media más poderosos, Navarro escribió:
“JL procedía de una familia falangista (su madre fue dirigente de la Falange) y sus raíces están basadas en aquel régimen. Y no sufrió, por lo tanto, la enorme opresión de aquella dictadura”
Muy distinta fue la infancia de la inmensa mayoría de los españoles. Por ejemplo, la del mismo Navarro quien así la resume:
“A la temprana edad de 7 años, un policía gris me abofeteó en las calles de Barcelona por hablar en catalán, gritándome “que no hablara como un perro y que debería hablar como un cristiano”, la lengua del Imperio”.
Entrando a discutir el meollo de las cogitaciones de JL, añade Navarro:
“Una de sus contribuciones más conocidas nacional e internacionalmente… fue su distinción entre regímenes políticos totalitarios, tales como los regímenes comunistas, que intentaban cambiar todas las dimensiones de la sociedad y del ser humano que la habita, invadiendo incluso sus componentes más íntimos, y regímenes políticos autoritarios, que no lo intentaban. Estos últimos se limitaban a mantener, por medios autoritarios, un orden establecido, que JL consideraba eran cambiables para convertirse en sistemas democráticos en periodos posteriores. Y entre ellos incluía el régimen dictatorial que existió en España desde 1936 hasta 1978. Los regímenes totalitarios, al contrario de los regímenes autoritarios, eran incapaces de cambiarse y transformarse en sistemas democráticos. Esta teoría de JL fue la que, explícitamente, se utilizó desde el Departamento de Estado de EEUU para apoyar a algunos de los regímenes dictatoriales más sangrientos y represivos que hayan existido en América Latina y en el sur de Europa”
En cuanto a la veracidad de las categorías inventadas por JL, Navarro pone el punto sobre las íes:
“Creo que la propia realidad ha mostrado el error de las teorías de JL. Varios regímenes comunistas se han transformado en regímenes democráticos en contra de lo que JL indicaba, alcanzando en muchos de ellos niveles de democracia más avanzados que los que existen en España, cuya democracia es conocida internacionalmente por su baja calidad”
Y también pone los puntos sobre las íes y hasta sobre las jotas en lo que se refiere a la extensión y profundidad del totalitarismo franquista y, como correlato, a su persistente ataque contra las libertades e incluso contra las más íntimas características individuales de los súbditos:
“Era obvio que aquella dictadura, basada en el nacional-catolicismo (suma de un nacionalismo extremo, oprimente de todos aquellos que no compartían ese nacionalismo imperialista, y de una religión sumamente reaccionaria), intentaba crear una nueva sociedad y un “nuevo hombre”, tal como así indicaba su narrativa. Es sorprendente que un régimen basado en dos ideologías tan profundamente totalizantes, como el nacionalismo y el catolicismo, se presente como un régimen que era meramente autoritario”
Finalmente, ¿cuál es la responsabilidad personal de JL en la incorporación por parte del Imperio USA de su estrategia teórica y qué consecuencias prácticas tuvo ésta en España y América Latina?:
“Se me dirá que JL no era responsable de la utilización de sus teorías por parte de aquellas instituciones… [sin embargo] JL, experto en las ciencias políticas, “descubrió” una teoría… y tenía que haber denunciado a aquellos que la utilizaron para hacer un enorme daño a las clases populares de España y de Latinoamérica. En realidad, hubo un silencio ensordecedor por parte de JL frente a esta utilización nefasta de su teoría. Todo lo contrario, se convirtió en la sabiduría convencional del establishment político y académico de EEUU” (Vicenç Navarro, “La dictadura fue totalitaria, no solo autoritaria: clarificaciones a partir de la muerte de Juan Linz”; Público, 14.X. 2013)
Le llamaban El Babosa
Volvamos a JdM o, por llamarle como le conocíamos los compañeros de Facultad por su cara fláccida de mirada húmeda, su cuerpo indefinido y su belfo gelatinoso, volvamos al Babosa. Las muchas anécdotas que le conocemos se resumen en una: desde que entró en el primer año de Ciencias Políticas, JdM demostró que era el más torpe y también el más mentiroso –una cosa lleva a la otra- de los 200 primerizos que nos amontonábamos en aquellas aulas de la universidad hoy llamada Complutense. Más de uno estará de acuerdo en que, cuando sólo tenemos veinte años, inmediata e infaliblemente descubrimos quién es el listo y quién es el tonto. Después, todo se emborrona o, peor aún, los más tontos se hacen malvados y el Poder les paga sus sevicias y servicios entronizándolos en los altares de la Santísima Mediocridad Fosforescente.
La primera vez que los estudiantes nos dimos cuenta de la clamorosa doblez de el Babosa ocurrió al poco de comenzar el curso: el profesor Pascual Marín, un señor igualico no sólo físicamente al coronel egipcio Nasser, nos invitó a un Seminario que dirigía en lo que entonces era Instituto de Estudios Políticos y hoy es el Senado –vamos, que sigue siendo un cementerio de elefantes-. En el marco de ese Seminario, JdM nos pidió contestarle a un cuestionario sobre “maquiavelismo” indudablemente preparado por su hermano Amando. Unos pocos de nosotros aspirábamos a ganar unos mendrugos haciendo encuestas -era un trabajo infame- así que, por supuesto, le rellenamos el formulario pero con la obvia condición de que, al acabar, nos contara la metodología y los resultados. Cuando así se lo exigimos, JdM se negó a darnos la menor información y adujo muerto de risa: “Es que si os lo cuento, ya no seré maquiavélico”. ¡Y esta perla apenas llegaba a los 20 añitos! Algún sopapo medio simbólico medio cinético se llevó y, por supuesto, jamás volvimos a ayudarle en ninguna encuesta.
Imbuido de la propaganda gringa de los self-made-men y propagandista él mismo –es como hacer publicidad del Gordo de la lotería-, JdM presume de que sus padres eran analfabetos pero, aun así, tuvieron cuatro hijos catedráticos (ver entrevista en La Opinión, Coruña, 30.III. 2009) Lo cierto es que conocimos a su padre cuando era acomodador en un cine de la Gran Vía madrileña y pudimos comprobar que no era analfabeto así que menos lobos, Caperucita. Pero sí, desde luego, JdM demostró en aquellos primeros años de universidad que estaba dispuesto a enriquecerse lo antes posible. Y, como para mañana es tarde, perpetró raterías hasta contra aquellas compañeras que se sentaban con él en la primera fila. La compañera M.M.S. todavía recuerda que, delante de sus narices, la robó una estilográfica último modelo; al ser descubierto e incriminado, negó la evidencia y siguió tan pancho. Es lamentable descender a estas cominerías pero no hay otra manera de describir la mezquindad del personaje. Además, ¿a quién le puede molestar que una pincelada de color juvenil señale el comienzo fechable y verificable de una psicopatía espesada a lo largo de décadas y décadas?
Un día –JdM seguro que lo recuerda sin querer recordarlo-, la Policía hizo alguna redada especialmente odiosa, tanta que colmó el vaso de nuestra paciencia universitaria. Se alebrestaron los ánimos y el estudiantado decidió expulsar del aula a JdM y a un tal Romero que era el social oficial de la promoción. Cuando los dos amigos nos vieron las intenciones, salieron corriendo para refugiarse entre los grises que estaban en la puerta de la Facultad. Pero les alcanzamos antes de que llegaran. Romero el madero –gracias SkaP-, afrontó la mano de hostias con cierta dignidad pero JdM se tiró al suelo, braceó y pataleó como una cucaracha patas pa’rriba. Instantáneamente rompió a llorar chillando “¡No me peguéis, no me peguéis!”. El primero que llegó, le pisó con infinito desprecio y le espetó: “No mereces ni la puntera del zapato que me gaste en romperte la cara”.
Desde el primer día de Facultad, JdM se esmeró en sabotear los acuerdos asamblearios que no le gustaban –es decir, todos-. Cuando, rechazando sus incoherencias fachas, ya habíamos decidido tal o cual medida, JdM pretendía anularla interrumpiendo la asamblea con el exabrupto, “¡moción de procedimiento!”, un berrido rutinario que denotaba tanto su congénito burocratismo como su ruin aprovechamiento de las oportunidades que le concedíamos los demócratas. Es obvio que toda su vida ha estado dedicada al perfeccionamiento de esta táctica: denunciar a los modernos para disfrutar solateras, gratis y simultáneamente de las ventajas del saqueo franquista y de la modernidad.
En lo que atañe a las actuales y-no-tan-actuales denuncias por acoso sexual, he de decir que no me sorprendieron. Para los estudiantes, era obvio que JdM no entendía a las compañeras de aula. Harto de no comerse una rosca, optó por imitar lo que él entendía como ‘desenvoltura’ de los rojos; es decir, confundió la igualdad con la procacidad. Nunca lo hubiera hecho: cuando inopinadamente se dirigía a las universitarias próximas, lo hacía con la grosería propia del inseguro y, claro, el resultado era primero de sorpresa, después de incredulidad y, finalmente, de rechazo puro y duro. Fue peor el remedio que la enfermedad pero, mire usté por donde, le sirvió como entrenamiento para nadar y guardar la ropa en el barullo de la Innoble Transacción. Naturalmente, estas travesuras juveniles serían irrelevantes si no estuvieran acompañadas por su, digamos íntima relación, con la Brigada Político-Social. Al lado de esta ‘amistad peligrosa’ –peligrosa para los estudiantes rojos-, todas sus mentiras y torpezas son simples ganas de Poder.
Corolario: JdM trepó hasta la cúspide with a little help from his friends mientras que, en aquella promoción de Ciencias Políticas, contando sólo al centenar de estudiantes que pasamos del primer año, fuimos muchos los que sufrimos expedientes, expulsiones de la universidad, palizas, torturas, cárcel, exilio… Hubo incluso muertes oscuras (LdL) y suicidios (GSR) por motivos políticos muy concretos –para los tiquismiquis: las drogas llegarían después-. En resumen, pánico en letras mayúsculas. Sería obsceno comparar esta angustia interminable con la única y fugaz represalia popular sufrida por JdM, aquel grotesco pataleo narrado supra.
La Inmaculada Transacción
En 1979, en plena efervescencia de eso que llaman ‘Transición’, JdM publica un libro sobre la imagen que de la mujer tenían los ginecólogos españoles. Lo hace en colaboración con una autora y ambos –ya nos gustaría saber quién escribía con quién-, se dedican a ridiculizar al entonces famosísimo ginecólogo Dr. Botella Llusiá desde las primeras páginas hasta casi terminado el librito (cf. de Miguel y Domínguez-Alcón: 18-96 y 101). Podemos pensar que se quedan cortos en sus críticas pero seremos misericordiosos. Por supuesto que Botella es digno de descuartizamiento sin anestesia y mucho más porque todo se lo merece un Rector franquista de la universidad de Madrid que, al final de su vida, sostenía que la mujer ‘es frígida por naturaleza’. Ahora bien, puesto que la sobrina de la susodicha eminencia médica está ahora en la estratosfera del Poder, ¿por qué JdM no le regala ese viejo librito? Estoy seguro que Ana Botella se lo agradecería -entre bomberos no se pisan la manguera-.
Al año siguiente, JdM publica un artículo con un título de reminiscencias incendiarias o, por lo menos, luteranas: “Siete tesis erróneas sobre…” (reproducido en: de Miguel, 1982) En sus propias palabras, las susodichas siete tesis son:
“(1) la sanidad es un problema técnico-médico, y no político; (2) el Seguro Obligatorio de Enfermedad se creó gracias a las presiones y reivindicaciones de la clase obrera; (3) la sanidad nunca ha estado socializada en el país y podrá nunca llegar a socializarse del todo en una economía capitalista; (4) es necesaria la unificación de los procesos bajo la forma de una institución nueva y autónoma; (5) el presupuesto sanitario público es bajo, y debería aumentarse; (6) la regionalización sanitaria hará desaparecer los desequilibrios sanitarios actuales; (7) faltan médicos en el país” (ibid: 123-124)
El artículo termina lapidariamente:
“todavía el acceso a la asistencia sanitaria es inversamente proporcional a la necesidad de esta asistencia por parte de la población” (sus cursivas; ibid: 155)
Podemos o no estar de acuerdo con estos párrafos, podemos detectar desde sibilinas justificaciones neoliberales avant la lettre hasta proposiciones descabelladas: no opino… por ahora. Si lo he citado es para dar una idea de lo que en aquellos años transitivos era considerado como la sabiduría sociológica progresista o pseudo. Y para comprobar si lo que entonces escribía JdM nos sigue sonando razonable o moderadamente progresista. Por mi parte, recuerdo que ya entonces más de uno lo encontrábamos insuficiente –por decir lo menos-, así como nos irritaba que JdM se sirviera de la Transacción para barnizarse de demócrata-de-toda-la-vida –blanquear se dice de otro delito conexo-. Hoy, reflejado en el espejo de JdM y pese a las décadas transcurridas, podemos comprobar que muchos espabilaos hablan igual.
De esto nos sirve hablar del pasado: si autoritarios trepadores como JdM escribían así y en aquél momento con el único propósito de reciclarse, ¿no es plausible colegir que quienes ahora discurren en iguales términos son asimismo íntimamente neo o tardofranquistas? Basta un rápido escrutinio del discurso de aquellos chaqueteros para comprobar que es muy parecido al de algunos sedicentes progresistas/modernos/solidarios/humanitarios actuales. Dicho sea: en cuarenta años, la tortuga socialdemócrata ha avanzado vertiginosamente hasta igualar la palabrería del Aquiles neofranquista.
El consejero áulico
Según Wikipedia, entre las docenas de canonjías acumuladas por JdM una de las más jugosas es la de ser miembro del consejo asesor de la Fundación Príncipe de Girona –es decir, del Príncipe Felipe-. Asimismo, fue el primer director de la cátedra Príncipe de Asturias en la universidad de Georgetown (2000-2001). En menos palabras: JdM asesora al (hipotéticamente) futuro rey de España.
La simple enumeración de tan excelsas dignidades nos permite volver a la anécdota de su temprana encuesta-estafa sobre el maquiavelismo de sus compañeros: ahora que se codea con SAR el Príncipe Felipe de Borbón y Grecia, ¿lo entenderá como el cumplimiento de su más viejo anhelo?, ¿dará por satisfecho su grosero maquiavelismo juvenil?
Sea como sea, nos queda una travesura que puede ahorrarse el lector: si Maquiavelo dicen que se inspiró para su Príncipe en Fernando II el Católico y/o en César Borgia, en opinión de su epígono, nuestro maquiavelito coetáneo, ¿a quién de los dos se parece nuestro Príncipe Felipe? Si JdM, que algo le debe conocer, dice que “al señor de la guerra” no habremos salido de dudas dado que los dos lo fueron; si responde que “al hijo del Papa”, tampoco puesto que los Papas de entonces eran como los reyes de la actual España -y viceversa-, dejando aparte que en aquellos siglos menos que ahora se podía decir “de esta agua no beberé ni este cura [o Papa] no es mi padre”. La duda nos corroe pero nos queda el recurso de cherchez la femme: SAR la Princesa Letizia de Borbón y Televisión, ¿es igualica que Isabel la Católica o su estilo es más bien de Lucrecia Borgia? Cuñadas, abstenerse de responder -aunque la menor es de suyo “no sabe no contesta”-.
En cuanto a los trabajos sociológicos de JdM, no creo necesario leerse toda la letra impresa que ha firmado –repito, firmado-. Lo mismo que Cuvier dicen que reconstruía un diplodocus a partir de un huesecillo, con leerse uno solo de sus artículos basta para evaluar a nuestro mandarín. A estos efectos, veamos el primero con el que he topado en interné. He seleccionado solamente una docena de perlas en notas a pie de página que resumen las insondables cogitaciones de un texto central todavía más pueril. En estos huesecillos encontraremos todo un himno a Perogrullo PhD. detallado a través de unas nociones rudimentarias de anatomía, fisiología, oniromancia, arte moderno e incluso antropología, elevadas a la categoría de sociología destilada:
Texto central (JdM) |
Notas a pie de página (JdM) |
Comentarios
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El ser humano tiene una habilidad especial para ver en tres dimensiones cuando sólo capta dos dimensiones 6
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6.…Cuando el cuerpo duerme, el cerebro inventa sueños. | ¿Y cuando despierta inventa pesadillas? ¿Pesadillas como éste artículo pretendidamente científico? |
Los ojos se mueven muy rápidamente para ver lo que les interesa o inquieta 7 | 7…Aunque el arte abstracto es dramático, muchas personas no pueden evitar reírse. | ¿Dramático según el penoso anglicismo de moda que le equipara a terrible, nefasto, etc., o dramático en el sentido escénico que nunca debió perder? Bah, da igual pero conste que me ronda una sospecha: JdM es quien se ríe del arte abstracto. Ya lo dijo Machado, “Castilla miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora”.
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Si algo les llama la atención, la persona mueve la cabeza para poder enfocar mejor 8 | 8 Por eso los humanos tenemos la cabeza bastante móvil y prominente. Si es preciso, los pies se mueven para girar el cuerpo.
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Vaya, no se me había ocurrido. Claro, por eso los inválidos mueven las muletas o la silla de ruedas. Y yo creyéndome que giraban para hacer gimnasia…
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14 Muchos músculos de la cara sólo tienen la función de expresar sentimientos. No tienen un objetivo fisiológico funcional.
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JdM tiene un concepto religioso del cuerpo. Reduce la fisiología a la mecánica –el cuerpo es una máquina de pecar- y ésta a la escatología –somos polvo y mierda-. Que su cara sea un montón de esfínteres no le autoriza a generalizar.
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Los antropólogos/as (¡y mis alumnos/as!) aprenden a fijarse en los zapatos, como un indicador de clase social o de estilo 15 | 15 El consejo sociológico es que si quieres entender a alguien no le mires a la cara, sino a los zapatos. No llevar zapatos es otra fuente de información. Otras profesiones, como psicoanalistas y arquitectos, son también muy conscientes de los zapatos.
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Los zapatos… y el reloj y no digamos la cuenta corriente. No obstante, sabia recomendación: de ahora en adelante voy a mirar los zapatos de JdM. Si lleva botines puntiagudos, será señal de que calza pezuñas de macho cabrío, tal como dicen que es propio de los sátiros. |
32 No se puede recordar el dolor, a menudo tampoco el sufrimiento. Por eso parece que se recuerda solamente lo mejor o más agradable.
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Un día le dieron una patada (ver supra) de la que no quiere acordarse y extiende su amnesia a toda la Humanidad. Un ataque insensato y autocomplaciente al sentido común y, por lo que hoy nos interesa, a la Memoria Histórica.
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La persona conoce poco su cuerpo, pero mucho menos su cara y espalda si no es con la ayuda de un espejo… Quizás por eso somos tan curiosos de otras caras (y culos) 36
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36 Varias personas que han leído la primera versión de este artículo les ha parecido una idea interesante (la de los culos) aunque algo atrevida [mis cursivas] | ¡Escribir culo! ¡Cáspita! Señor, hasta qué abismo nos lleva la ola de pornografía que nos invade… Y, más atrevimiento aún: en la nota 63, JdM escribe cojones. Como lo leen. |
45 «Pupila» es también niña. En catalán se dice a veces «nineta». La «niña bonita» es el número 15, sin saberse a qué se refiere.
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O sea, que JdM no ha oído hablar de la puesta de largo de las adolescentes, las “fiestas del Quince”. Mejor: menos ocasión para el acoso.
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67 Las fotos con luz (como las diapositivas) que expelen luz son muy llamativas. De ahí el poder de la televisión, de los anuncios transparentes con luz interna y los rótulos de neón.
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Pura tautología: la luz llama a la luz y viceversa. Luminoso sendero sociológico. Ahora bien, creer que la tele y los anuncios caros son poderosos sólo por luminosos lo sostienen los dueños de la electricidad pero al resto nos parece burdo reduccionismo.
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En la mayoría de las sociedades hay un código estricto de lo que es una foto pornográfica y lo que no lo es 84
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84…Significativamente, en el mundo de la pornografía cada vez hay menos revistas y más vídeos. | A efectos sencillos, causas y explicaciones sencillas: hay menos revistas pornográficas porque hay menos revistas en general. Y hay más videos porque… ¡coño!, ¿habrá que explicárselo?
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99 “Smultronstället (Fresas salvajes, en realidad debería traducirse por «fresas silvestres»), [la película] de Ingmar Bergman. | Información filológica para que JdM no tenga que consultar el diccionario: en castellano, las rosáceas silvestres se llaman mayuetas.
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A veces notas que un/a estudiante te mira raro, fijamente a los ojos, con la vista algo ida: está a punto de quedarse dormido 105
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105 Es lo que se llama mirar al infinito, a veces mirar hacia adentro. Si se trata de un examen es posible que el estudiante/a esté a punto de copiar. | ¿Y qué pasa cuando el ojo sigue al dedo que señala la Luna? Por lo demás, JdM, si “un/a estudiante te mira raro”, quizá no esté ni dormido ni copiando sino asesinándote con la mirada –o tratando de escapar del acosador-.
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(cf. De Miguel, 2003: 51 y passim) A mi juicio, no merece la pena leer nada de alguien que publica ¡en una revista dizque científica! semejante repertorio de banalidades, tautologías, alambicamientos hueros, anglicismos innecesarios, gremialismos universitarios de la peor estofa y, en definitiva, golpes bajos al sentido común (ver NB. en Bibliografía)
“Un chico de 60 años”
Y llegamos a la actualidad. El 11.febrero.2014, se presentó en el rectorado de la universidad de Barcelona un manifiesto exigiendo la expulsión de JdM de aquella Alma Mater (ver Anexo) Puesto que es fácil encontrar en interné ese Manifest contra les violències a la Universitat, en el citado Anexo sólo hemos reproducido una parte y unos enlaces cibernéticos que ilustran las alcaldadas y corruptelas de JdM denunciadas en los últimos años (apaño de oposiciones, utilización torticera de las intimidades del alumnado, etc.) Para comentar su violencia sexual, baste este botón:
“En uno de los casos recogidos por la fiscalía, un estudiante explica como el catedrático lo invitó a su casa, con el pretexto de tratar cuestiones académicas, y terminó haciéndole un masaje. «Este comportamiento resultaba extraño para el testigo, no obstante accedió ya que consideraba al Sr. de Miguel como su mentor y gozaba de toda su confianza», dice el texto de la fiscalía. En un segundo encuentro, según testificó el estudiante, el acusado le cogió el pene, ante lo que quedó «en estado de shock». Este estudiante abandonó la facultad durante dos cursos después de los hechos. Otra estudiante hizo llegar a la fiscalía correos que recibía del catedrático con expresiones de marcado carácter sexual. Una situación que, explica, la hacía sentir incómoda pero no sabía cómo manejar ni detener. Los correos incluían fragmentos tales como: «Has estado muy bien en la presentación, pero tengo que decirte que te movías mucho y de forma sinuosa (erótica)»; «Para un chico de 60 años como yo un montón de actividad frenética en la cama»; «Ven un día a casa»; entre otros (mis cursivas; “La violencia de género en las universidades, una realidad que empieza a salir a la luz”, por João França; El Diari de l’Educació (eldiario.es), 11/02/2014. NB: Nacido en 1947, es evidente que JdM se quita años)
A mi juicio, lo más escalofriantemente pedagógico de este comportamiento no es su duración (décadas) ni siquiera que fuera vox populi sino su ausencia de castigo. De ahí que JdM escribiera emails sin cuidado alguno. ¿Por satiriasis aguda o por mera imprudencia?: no, por inercia de la impunidad franquista prolongada en el actual neofranquismo.
Otrosí, JdM, ya es bastante ridículo que te hagas el sátiro jovenzuelo máxime cuando es mentira porque tú no tienes 60 años. Tú naciste el 17 de julio de 1936 y, si me apuras, en el año 1936 antes de Cristo y desde entonces sigues momificado en la pirámide del oscurantismo –eso sí, rodeado de las preseas reservadas para los herederos del poder absoluto-. Y un último consejo: ya que padeces satiriasis, cuando se te alboroten las (pocas) hormonas como nunca se te alborotaron las (menos todavía) neuronas, ¡sé español! y aplícate el siguiente dictamen de don Antonio:
“El vano ayer engendrará un mañana / vacío y ¡por ventura! pasajero. / Será un joven lechuzo y tarambana, / un sayón con hechuras de bolero, / a la moda de Francia realista, / un poco al uso de París pagano, / y al estilo de España especialista / en el vicio al alcance de la mano” (Machado, 1907-1917)
Recapitulemos: la irresistible ascensión de JdM comienza con una jerifalta falangista madre de un sociólogo de Yale empeñado en blanquear al franquismo. El sociólogo Linz tiene un hijo espiritual que es JdM. Es decir, la matriarca fascista tiene un nieto reclutado en esas prestigiosas universidades norteamericanas de las que ella, como fiel adoradora de las potencias del Eje, tanto abominaba… hasta que los gringos ganaron la II Guerra Mundial. La vieja consigna franquista “por el Imperio hacia Dios” apenas ha sido trastocada en “por el Imperio USA hacia el Dios Dinero”. Las pocas vueltas que dan algunas vidas y algunas generaciones…
A los que tenemos memoria nos acusan de rencorosos o bien de nostálgicos cuentacuentos de las batallitas del abuelo. Quieren que sólo recordemos las hazañas bélicas de los vencedores. Las cartas están claras: un recuerdo contra otro. Unos monumentos roñosos, un bombardeo mediático e institucional, unas canonjías manchadas de sangre y, sobre todo, unas cuentas corrientes engordadas con el sufrimiento ajeno contra una docena de portales perdidos en el ciberespacio. Sin embargo, una ojeada en pocos bytes a la ejemplar vida de JdM proclama que ese pretérito pluscuamperfecto que algunos mandarines académicos nos intentan vender es en realidad pretérito imperfecto. No obstante, subrayaré que aquí no hemos hablado particularmente del pasado ni del porvenir. Esto sólo ha sido un aviso para navegantes. Y una defensa propia en presente puro.
BIBLIOGRAFÍA
NB. Si hemos de creer a Wikipedia, JdM ha publicado 50 libros y 150 artículos científicos. Por su parte, si se le pide “Jesús+de+Miguel”-un nombre bastante común en España-, Google Académico ofrece 737 items, citas en buena medida (consultado en fecha 15.II.2014) Si aplicamos un factor de corrección del 90% que descarta a los autores del mismo nombre pero de otras disciplinas y también a la morralla combinatoria de apellidos y hasta conjunciones, calculamos que, de esos 737, unos 70 items pertenecen y/o aluden a JdM –incluyendo a su ubicuo Gran Hermano-. Si al mismo buscador se le solicita que reduzca sus referencias a las listadas desde 2013, el resultado es de 22 items (citas incluidas) de los cuales una mitad pertenecen a autores con nombre parecido y la otra mitad se reparte entre JdM y su hermano Amando. De todo ese caudal, hemos escogido sólo un título (De Miguel, J., 2003) El resto, lo damos por leído merced a las razones que se alegan en el texto central.
DE MIGUEL, Amando. 1975. El miedo a la igualdad. Varones y mujeres en una sociedad machista. Grijalbo, Barcelona; 240 pp.; ISBN 84-253-0592-6
DE MIGUEL, Jesús M. 1982. “Errores de la política sanitaria pública”; pp. 123-155 en JUSTE GRIJALBA, Javier (compilador), Apuntes para un libro negro de la Seguridad Social; Akal, Madrid; 158 pp.; ISBN 84-7339-609-X
– 2003. “El ojo sociológico”, pp. 49-88, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas (REIS), nº 101, CIS, Madrid (pdf disponible en internet)
DE MIGUEL, Jesús M. y Carmen DOMÍNGUEZ-ALCÓN. 1979. El mito de la inmaculada concepción. Anagrama, Barcelona; 159 pp.; ISBN 84-339-1313-1
ANEXO
Manifest contra les violències a la Universitat (entregado al Rectorado de la Universidad de Barcelona el 11.febrero.2014)
“… Davant els casos d’assetjament sexual produïts a la Universitat de Barcelona per part del Catedràtic de Sociologia Jesús de Miguel, les persones i col•lectius sotasignants demanem:
1. El cessament definitiu i immediat de la tasca acadèmica, especialment la docència, del professor Jesús de Miguel…”
A lo que añaden un somero e incompleto recuento de algunas de las trapisondas perpetradas por JdM en años pasados, embrollos que, desgraciadamente huelga añadir, siguen impunes:
“Alguna informació publicada als mitjans de comunicació sobre el cas: La Vanguardia, «Diez alumnos de la UB exigen medidas contra un catedrático por presunto acoso sexual», 15 de desembre de 2013: http://www.lavanguardia.com/vida/20131215/54395563537/diez-alumnos-ub-exigen-medidas-contra-catedratico-acoso-sexual.html El País, «Acoso sexual impune en las aulas», 25 de gener de 2014: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/01/24/catalunya/1390590922_692112.html El País, «60 profesores universitarios piden la destitución de De Miguel», 20 de octubre de 1993: http://elpais.com/diario/1993/10/20/sociedad/751071601_850215.html Setmanari Directa «Un catedràtic proper al Príncep segueix exercint malgrat que la fiscalia no té «cap dubte» que ha assetjat estudiants», 13 de gener 2014: http://www.setmanaridirecta.info/noticia/un-membre-del-consell-assessor-fundacio-princep-girona-exerceix-catedratic-ub-malgrat-que-fi Setmanari Directa, «El catedràtic de la UB agafa la baixa», 24 de gener de 2014: http://www.setmanaridirecta.info/noticia/catedratic-sociologia-ub-acusat-d%E2%80%99assetjar-estudiants-un-escrit-fiscalia-agafa-baixa-s%E2%80%99apart Comunicat de la UB: http://www.ub.edu/web/ub/ca/menu_eines/noticies/2014/01/032.html”
A JM sólo le conocí superficialmente hace años. El ya era profesor, creo que en la treintena y lo que llamaba la atención era su extremado interés en introducirse en los circulos catalanes para conseguir mas relevancia. No obstante, dado el periplo posterior de otros con quienes se juntaba, como J Campos, adepto al Opus y gran amigo de JM desde sus tiempos comunes en Yale, no me extraña lo que aquí se afirma. La falta de moralidad es algo que no se manifiesta en una única conducta; es una trayectoria de vida.
El termino Niña Bonita es un termino de Lotería, con el que también se apodaba a una de la Infantas del S. XIX, La puesta de largo en España era a los 18, es en las Indias a los 16.
Lo demás mucho odio y poco intelecto.
00La Muerte
01:El Galán
02: El Sol
03: El Chiqué
04: La cama
05: La Puncha.
06: El Corazón.
07: La Luna.
08: La Dama.
09: El Arpa.
10: La Rosa.
11: El Clavel.
12: La Talega.
13: San Antonio.
14: Las Cerezas.
15: La Niña Bonita.
16: La Virgen del Carmen.
17: El Navío.
18: El Ramillete.
19: San José.
20: España.
21: Francia.
22: La Poma.
23: El Melón.
24: La Galera.
25: El Cañón.
26: El Pollo.
27: La Pajareta.
28: Alicante.
29:Aragón.
30: El León.
31: El Caballo.
32: La Bomba.
33: La Torre.
34: El Pato.
35: El Infierno.
36: La Sala.
37: Espada y Daga.
38: El Perro.
39: El Toro.
40: La Campana.
41: El Negro.
42: La Estrella.
43: La Corona.
44: El Escapulario.
45: El Tambor.
46: El Sombrero.
47: El Mundo.
48: La Negra.
49: La Bacora
50: El Cartucho.
51: La Cabra.
52: El Tomate.
53: El Pimiento.
54: El Cólera.
55: Los Gallegos.
56: La Lechuga.
57: La Zanahoria.
58: El Limón.
59: El Canario.
60: La Vieja
61: La Pipa.
62: El Piojo.
63: El Arroz.
64: La Casa.
65: La Pelea.
66: Las Monjas.
67: El Fraile.
68: El Rosario.
69: La Mudanza.
70: El Albercoque.
71: El Maestro.
72: La Figa.
73: El Conejo.
74: La Escalera.
75: El Gato.
76: El Agua.
77: Las Banderas.
78: El Abejorro.
79: El Marrano.
80: La Lavandería.
81: El Matrimonio.
82: El Jarro.
83: La Dama y el Niño.
84: El Casamiento.
85: La palmera.
86: La con perdón.
87: El Pescado.
88: Las Mamellas.
89: La Bufa.
90: El Abuelo.
91: El Borracho.
92: El Palomo.
93: La Revolución.
94: La Rata.
95: El Pavo.
96: El Parque.
97: La Gallina.
98: El Borrego.
99: La Agonía.
Más allá de datos ciertos o inciertos, un refrito de cortaypega, el artículo destila mucha envidia, ciertamente, y sobre todo mucho rencor (¿no hizo caso JdM al autor en algún sentido?). Ya de risa lo de Vicente Navarro, otro megapijo del régimen que se fue por ahí de excursión y ahora vende que huyendo de la dictadura, como tantos niños bien que salían a estudiar fuera. Será jeta el Vicenttito…
Yo tuve de profesor a Jesús de Miguel hace muuuchos años, y me hizo descubrir la Sociología. Punto
Parece que luego ha sido un hijodeputa, pues que lo juzguen.
Pero esa basura roñosa que intenta usted echar sobre todo él, su familia (una familia trabajadora, seguramente lo contrario que la suya, que le mantendría a la sopa boba de asamblea en asamblea en el tardofranquismo), es, cuando menos, fea.
Un artículo bien elaborado y sin ningún favoritismo vía amistad o familia hacia su persona. Que sea una tropelía o no lo sea depende de los ojos de quién lo miré y los nombres que manchen sus acciones. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Tengo que confesar que en muchos parrafos no estoy de acuerdo hay muchas inexatitudes. Jesus fue mi profesor i director de tesis y nunca tuve ningun problema con él, era y supongo que sigue siendo un buen profesor, sunque siempre ha tenido enemigos, yo tambien en ciertos momentos me vi perjudicada por ser alumna de él a causa de las guerras internas en la universidad. Como anteriormente a comentado j Ussel es un buen profesional y un excelente profesor.
Por la manera de escribir del autor del texto he de suponer que fue una de esas personas a las que dieron el aprobado general en aquella época convulsa. El artículo esta plagado de errores.
Cuando habla de la familia sanguínea debería informarse más y mostrar respeto y educación. El padre de JdM no solo trabaja de acomodador en un cine, este es un segundo trabajo, que complementaba a otro de conserje. El padre de JdM salio de un pueblo de Zamora, donde trabajaba como labrador y ganadero, y tras su paso por San Sebastian recaló en Madrid. En suma, cuando hablamos del padre de JdM, estamos hablando de un trabajador al que todo le costo mucho y nadie regalo nada. Todos sus hijos fueron a la Universidad si , pero a base del mucho esfuerzo y horas robadas al sueño.
En cuanto al Gran Hermano como Ud lo llama, estudió siempre becado y cuando fue a EEUU lo hizo gracias a un dinero que su tío, un labrador de Zamora, pidió a un prestamista. Que el dinero lo pidiera su tío da buena cuenta de la situación del padre.
Ese Gran Hermano fue preso por el Regimen.
Esta por supuesto en su derecho de críticar y atcar la figura de Jesus de Miguel, pero no se me ocurre una manera más grosera, que la vista en este articulo, que solo rezuma odio, rencor y envidia.
Pues ahora que lo van a deshauciar por avalar a su hijo a ver si le aceptan sus libros como pago. Que cabrón es el karma!.
¡Que no, que este es el hermano!
He llegado a esta página de casualidad buscando información sobre Amando de Miguel (que sí está en las noticias ahora por el tema que ya todos sabemos) y mira, qué oportuno para enterarnos de la vida y milagros de esta singular familia (hermano, hijos, etc.)
Jesus es muy amigo, y no permito que se digan cosas falsas sobre el. Es una tropelia…..Jesus es un referente de la sociologia española….y mundial. Siempre estare a su lado.