Cipriano Martos, natural de Loja, Granada, tenía 30 años y trabajaba como encofrador cuando fue detenido por la Guardia Civil el 25 de agosto de 1973. Fue trasladado a la casa cuartel de la localidad para ser interrogado por una acción de reparto de propaganda con mensajes contra la dictadura. Le sometieron a torturas, pero no delató al resto de compañeros y el segundo día de reclusión en la casa cuartel fue obligado a ingerir el conocido como ‘cóctel de la verdad’: un líquido definido en algunos documentos de la investigación como “cáustico ácido” y “ácido corrosivo”.

El veneno le abrasó por dentro y fue trasladado al hospital del municipio, ingresado en la sala de beneficencia y atendido por diferentes médicos. Según la investigación que acompaña a la querella, dos días después del ingreso, y a pesar de sus dificultades para comunicarse, el juez le tomó declaración. Cipriano falleció a las dos semanas, el 17 de septiembre, y el certificado de defunción que se aporta en la querella alude a una “hemorragia interna”.

Su hermano, Antonio, se sumó a la Querella Argentina en noviembre de 2014 con una denuncia sobre el asesinato de Cipriano.

Participan en la entrevista Manuel Blanco Chivite, Pilar Nogueras y Roger Mateos.

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