Micer Antonio Fillo de Pero, apud Anónimo de los siglos XII o XIII

[El rey de Castilla Filippe Sexto envía a Flandes a sus vasallos para cobrar las parias que le deben los ricos omnes de la eclegia et posada europea. El rey visita el Palaçio europeo. Aunque queríansse mal de muerte, el esforçado condestable Paulo Ermitas el Guedeja, le face una buena mandadería: un tablado en cámara de tronos e pelliçones valioso de 72 maravedís. Por esto, los pecheros le ovieron muchos enbidia e buscáronle mucho mal e mezcláronle con el rey]

 

En Bruselona sedí el Çid Guedeja con cuatro de los sos,

Mala sobrevienta sabed que les cuntió:

“¡Saliós de Castilla el Roy, dexió la cort!”,

En grant miedo se vieron, tanto ovo el pavor.

En esto despertó el que en buena ora naçió,

Guedejón era su nome e castilla su nación.

“¡Qués esto!, mesnadas, ¿o qué queredes vos?”

“Ya señor, rebata nos dio Filippe Borbón”.

Mío Çid fincó el cobdo, en pie se levantó,

Por sos fieles e votandos demandó e non los halló,

Maguer los está llamando, ninguno non respondió.

Guedeja non vido cámara ni tampoco torreón,

En un bazar oriental trovó la solución:

Un tablado de teatro con asaz resolución

De tronos, palafrés e mulas e corredores cavallos.

El tablado trae al cuello e adeliñó pora’Borbón,

Fabló mío Guedeja, que en buen ora çinxó espada:

 

– “Bivades muchos días, más valedes que nos,

Si yo vibo, doblar vos he la soldada,

Espeso e el oro e toda la plata,

Bien lo veedes que yo no trayo nada,

Sólo por vuestro consejo, os presento esta vulgata”.

Los inojos e las manos, en tierra los fincó,

Las yerbas del campo, a dientes las tomó,

Llorando de los ojos, tanto avié el gozo mayor,

Assi sabe dar omildança, a Filippe so señor.

 

Fabló el rey don Filippe, odredes lo que diz:

– “Levantaos en pie, ya Çid Gedejón,

Besad las manos, ca lo pies no,

Si esto no feches, non avredes mi amor”.

Mío Guedejón adelante es llegado,

Firiose a tierra, entrega o mandado.

Dixo rey Filippe, “Recíbolo de grado,

Gradéscote Guedeja, que’l don me has enviado,

Aun vea ora, que de mí sea pagado”.

 

Alegre fo el roy, non vidiestes atanto,

Mandó descansar apriessa a todos sos fijos dalgo.

Tornó a fablar Filippe, odredes lo que diz:

-“Grado al Criador, e a señor sant Isidrín

Estos tablados quem enbía mío Guedejón,

Mío reyno adelant, mejor me podrá servir”.

 

Estas palabras dichas, la tienda es cogida,

El Roy e sus compañas, cabalgan tan aína,

E dize el primero cavallo, el Margallo García:

-“A ti te gradesco, Dios, que çielo et tierra guías,

¡válanme tus virtudes, soraya Santa María!”.

Yas ivan partiendo aquestos hospedados,

Espidiéndoles del Roy, el que en buena hora naçió.

¡Plega a Santa María e al Bergoglio santo

Ques pague mío Guedeja o el que lo ovo algo!

 

Los fieles de Guedeja ya quieren cavalgar,

Llorando de los ojos, que non saben qué se far,

Llorando de los ojos, que non vidiestes atal,

Assis parten unos d’otros como la uña de la carne.

Muchos tovieron por enbaído al Çid Guedejón,

Fiera cosa les pesa desto que le cuntió.

Burgueses e burguesas, por las finiestras sone,

Plorando de los ojos tanto avien el dolore

De las sus bocas todos dizian una razone:

“Dios, que buen vasallo, si oviesse buen señore”.

Las coplas deste cántar, aquis van acabando,

El Criador nos vala, con todos los votandos.

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