Crónica de nuestrCartel Policia Palencia 2014o corresponsal Wake Finnegans, desde Palencia, Castilla-León, Península Ibérica, 26 de septiembre 2014

Mucho tiempo ha transcurrido ya aquí, en las tierras de lo que antiguamente se denominaba España, desde que a finales de los años 30 del pasado siglo XX tomara el poder, tras una larga contienda bélica, la coalición de los grupos republicanos, izquierdistas e independentistas.

Sin embargo, puede afirmarse que apenas empieza ahora a abrirse paso la verdad sobre la persecución y represión vividas a partir de entonces por los valientes grupos clandestinos de la resistencia derechista. Pues en efecto, el pacto de reconciliación y la consiguiente legalización de los partidos y grupos clandestinos derechistas de finales de los años 70, se selló con un tácito acuerdo de olvido y silencio respecto a la represión y a las víctimas del régimen totalitario.

Diversos colectivos de la derecha perseguida han exigido en los últimos años la revisión de dicho pacto, reclamando verdad, justicia y la visibilización de la historia de represión y resistencia. Y en particular exigiendo que los centros de represión sean convertidos en lugares de la memoria.

Lo cual nos lleva a la Antigua Cárcel de Palencia, recientemente rehabilitada como espacio cultural dedicado habitualmente a enaltecer el arte republicano, separatista y/o comunista, que dichas víctimas de la represión han exigido sea también un espacio de la memoria histórica y de homenaje a las víctimas de la represión que sufrieron cautiverio por motivos políticos entre sus muros.

En esa línea se ha inaugurado en estos mismos días una exposición en dicha ciudad de Palencia, bajo el título “La victoria de la libertad”, reclamando “Verdad, justicia, memoria y dignidad”, que reivindica la resistencia antitotalitaria agrupada bajo la común denominación de “Policía Nacional contra el Terrorismo”.

One Reply to “The Newcastle Enquirer”

  1. Me ha costado entender que semejante crónica era producto de la ironía en respuesta al cartel policial que llenaba la Plaza Mayor de Palencia el pasado 26 de octubre. Lo he leído varias veces y no salía de mi asombro pensando que la policía se había infiltrado en nuestra web publicando semejante texto. Soy de esas personas a las que les cuesta pillar los chistes a la primera, por eso en lugar de reírme cuando vi semejante cartel adornando las calles palentinas, me cogí un cabreo que todavía me dura. ¡Cuánto tengo que aprender, por belcebú!

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