¿Garantizará España la impunidad de los torturadores reclamados por la justicia internacional?

Foto: Manuela Bergerot
Foto: Manuela Bergerot

Manuel Blanco Chivite, de la Asociación La Comuna. 24.09.2013

No soy persona de apuestas; sin embargo, fíjese usted, apostaría a que las instancias judiciales españolas, más el gobierno, más la mayoría parlamentaria, más el mirar a otro lado, más el marear la perdiz con retórica de llegar a la verdad, pero permanecer al margen de la querella de la verdad, la querella argentina contra los crímenes del franquismo, todo eso y algo más, puede llevar a la permanencia de la impunidad de los torturadores fascistas, reclamados por la jueza María Servini de Cubría, titular del Juzgado Federal nº1 de Buenos Aires en causa por crímenes imprescriptibles de genocidio y de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

Las órdenes de detención para indagatoria ya están cursadas por la jueza y, se ha informado, el gobierno o la fiscalía general del Estado español pueden remitir la decisión del asunto nada menos que… a la Audiencia Nacional, el tribunal especial sucesor del Tribunal de Orden Público de la Dictadura y en el que han embarrancado la inmensa mayoría de las denuncias de horribles torturas cometidas bajo el cálido manto de la democracia monárquica.

La Fiscalía General del Estado, por otra parte ya ha argumentado, en falso, desde luego, la falsedad es una querencia permanente de este organismo en este asunto desde hace ya años, para salvar y garantizar la impunidad de los torturadores.

Sea así o por cualquier otra artimaña a la que nos tiene acostumbrados el gobierno, los fiscales y la inmensa mayoría de los jueces españoles, algunos y no pocos de los abiertamente filo-franquistas, otros de mucho hablar en mitin paquí y mitin pallá, y poco hacer y otros atenazados por medidas de represión o por el miedo, nos tememos que la justicia universal ejercida en Argentina halla de recurrir a la Interpol para poder echar mano a los pájaros que tan impunes han permanecido hasta hoy al calor del Estado y tan premiados han sido por los diversos gobierno constitucionales (de la Constitución del 78).

¿Seguirán callados ante tal perspectiva los jueces democráticos y progresistas que tanto han hablado y tan poco se han mojado con la querella argentina? ¿Exigirán determinados partidos parlamentarios la detención y extradición a Argentina de los torturadores reclamados por la justicia?

Los querellantes, en aumento cada día, las víctimas, los torturados, los luchadores antifascistas agradecerían una respuesta positiva y activa, no solo retórica, no sólo de colocarse a codazos a última hora y sin haber presentados una sola querella, ni una sola imputación personal, para aparecer en la foto aprovechando el trabajo de los citados.

Llevar ante la justicia internacional a unos pocos torturadores, a modo simbólico, de los muchos enrolados en las filas franquistas, es trabajar por la limpieza de nuestro pasado, es trabajar por la democracia avanzada que todos necesitamos.

No es de extrañar que la tortura siga siendo una lacra en la España actual. El premio a los torturadores, su impunidad garantizada, es también la garantía de la sobrevivencia de la tortura y de su permanencia a los largo de la democracia.

One Reply to “«Me da que sí».”

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