El Parlamento rechaza la dispersión por el error de una representante socialista

Parlamentarios de EH Bildu se concentran ante la sede de la Cámara en apoyo a los presos de ETA. / David Aguilar (Efe)

Resoluciones involuntarias de iniciativas en torno al final de ETA y un claro enfrentamiento entre los dos principales grupos parlamentarios (PNV y EH Bildu) ante el reto de avanzar tras el cese de la violencia.

Es la fotografía general que ofreció el pleno de ayer en la Cámara vasca, donde ambas formaciones se enzarzaron sobre el papel de cada una de ellas en la política penitenciaria.

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, aprovechó una comparecencia ante los medios sobre la ponencia de paz, que finalmente se debatirá en el pleno del próximo jueves, para cargar contra la postura que está adoptando EH Bildu ante las propuestas peneuvistas en torno al fin de ETA.

La abstención ha sido la respuesta de la coalición abertzale a iniciativas parlamentarias del PNV que plantean la eliminación de medidas “excepcionales” como la dispersión de los presos etarras, pero también el reconocimiento de las víctimas de “vulneración de derechos humanos”. Egibar entiende que EH Bildu no tiene una hoja de ruta para los reclusos de la banda más allá del “recorrido de una manifestación”.

Su visible enfado continuaba el reproche que ya dirigió a la coalición la pasada semana, en esta misma línea. Ayer insistió en que “no va a haber una amnistía y las vías tienen que ser de reinserción individual”.

La formación soberanista respondió durante una concentración frente al Parlamento para criticar las consecuencias de la dispersión a la que se sumaron 20 de sus 21 parlamentarios, que para ello se ausentaron del pleno. “Los únicos culpables [de la situación de los presos] son los propios Estados que no mueven ficha”, dijo allí su representante Hasier Arraiz, para quien “el PNV tiene parte de responsabilidad en la dispersión”.

Tejeria rechazó la reclamación de los socialistas de que se repitiese la votación

El enfrentamiento surgió después de que el Parlamento lograse aprobar, más de un mes después de constituirse, su primera resolución de esta décima legislatura relacionada con el fin de ETA. El texto recoge la necesidad de “adecuar la legislación” y la interpretación que de la misma se haga en materia penitenciaria a la situación actual tras el cese de la banda. Junto a ello plantea la “desactivación” de medidas penitenciarias “excepcionales” como la dispersión y que se apliquen “beneficios penitenciarios ordinarios” a los presos de la banda.

El texto fue aprobado debido a un error de la socialista Blanca Roncal, vicepresidenta segunda de la Cámara. Su abstención, en lugar de votar en contra como el resto de su grupo, permitió que el texto saliese adelante con los 27 votos del PNV frente a 26 de socialistas, populares y UPyD. EH Bildu se abstuvo. Era la tercera votación sobre este mismo asunto tras los dos empates sucesivos registrados en el pleno de la semana pasada.

Roncal reconoció su error y recalcó que su voluntad era votar en contra. Sin embargo, la presidenta de la Cámara, la peneuvista Bakartxo Tejeria,decidió seguir con el orden del día, obviando las protestas del PSE.

Los socialistas remitieron un escrito reclamando que se repitiese la votación. Apelaban al artículo 95 del Reglamento de la Cámara, que fija que, en caso de errores en el voto electrónico, la presidenta debe recoger el sentir expresado por el parlamentario. Tejeria entendió que en este caso no había un error del sistema y la votación no se repitió.

El PSE, cuyo enfado era patente, esgrimió en un comunicado ante los medios una sentencia del Tribunal Constitucional sobre un caso similar de 2004, cuando Juan María Atutxa era presidente del Parlamento. Roncal solicitó formalmente que se rectifique el acta de la sesión para que conste su voluntad de voto.

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